Hallan en Jaén capital el MAYOR YACIMIENTO PREHISTÓRICO de toda EUROPA

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Dos silos interconectados en el yacimiento de la zona de "Marroquíes Bajos"

De diariojaen.es

Por IGNACIO FRÍAS

Marroquíes Bajos ha escrito una nueva página de la historia de Jaén. Un nuevo yacimiento ha vuelvo a sorprender a los expertos, que lo califican como el de mayor extensión, de los pertenecientes a la Edad del Bronce, descubierto en territorio europeo.
Un equipo formado por los arqueólogos jiennenses Cristina Alhambra, Rosario Lisalde y Antonio Crespo, ha hallado un camino de piedra que une, en línea recta, el llamado cuarto foso con el quinto y último.
Son fosos que formaban parte de una fortificación, de la que corrían paralelos, con muchos kilómetros de murallas. Algo que, según los arqueólogos, para la época y salvando las distancias, hacen comparable a Marroquíes Bajos con cualquiera de las ciudades estado de Mesopotamia o de Egipto. Y a pesar de no tener la tecnología de aquellas, las características del yacimiento de Jaén lo hacen excepcional y único.
Almacenes de adobe
Entre el cuarto y quinto foso se han encontrado viviendas de la Edad del Cobre excavadas en la roca, bajo tierra, y un gran número de almacenes, no de grano, sino llenos de adobe. Algunos de ellos comunicados entre sí por pasadizos tipo madriguera. También se ha encontrado una tumba excavada en la roca, con forma de cúpula circular, con tres esqueletos en posición fetal orientados hacia la salida del sol. Pero sobre todo, el yacimiento ha arrojado una gran cantidad de material cerámico, fundamentalmente de la Edad del Bronce. Dentro de lo que fue una vivienda circular y de superficie había un telar, un hogar casi en el centro y numerosa vajilla perfectamente conservada. Destacan los platos y pequeños vasos campaniformes de una finura y perfección digna de la mejor porcelana inglesa, si es que ambas fuesen comparables. Para quien no sepa qué es Marroquíes Bajos, cabe recordar que las obras actuales de crecimiento de la ciudad de Jaén hacia el norte, la llamada Expansión Norte, han sacado a la luz un yacimiento arqueológico de la Edad del Cobre, o del periodo Calcolítico. Y también de los primeros estadios de la del Bronce. A ese yacimiento se le llamó Marroquíes Bajos porque ese era el nombre de la calle que había próxima al trazado de la vía del tren. Los trabajos arqueológicos pusieron al descubierto un poblado primitivo, el mayor de esa época hallado jamás en toda Europa, y de una excepcionalidad tal que ha llamado la atención de expertos de todo el mundo.

Lo original del poblado es que las cabañas estaban excavadas en la roca bajo tierra con forma circular de cúpula. Además, la “ciudad” estaba rodeada por cinco fosos con muralla, con forma de círculos concéntricos, que ocupan una superficie, según los expertos, de entre treinta y cien hectáreas. Se cree que el asentamiento original de la Edad del Cobre estaba dentro del primer círculo y rodeado por un profundo foso lleno de agua. Con el crecimiento de la población, parte de ella se asentó en un segundo foso defensivo que se construyó en torno al primero. Más tarde se levantó un tercero, un cuarto y hasta un quinto. El arqueólogo Antonio Crespo cree probable que en los fosos exteriores hubiera huertas que se regaban con el agua de los fosos y zonas para el ganado protegidas. Esta macroestructura defensiva hace suponer, según Antonio Crespo, que en el exterior debía de haber un enemigo muy belicista y al que se le temía. Tras cada uno de los fosos se alzaba una gran muralla, de al menos cinco metros de alto, con un zócalo de piedra y , sobre este, otro zócalo de adobe cocido, rematadando la muralla una empalizada, lo que la hacía prácticamente inexpugnable: “No sabemos el número de población, pero sí que había una persona o varias con la capacidad de organizar a los habitantes y ponerlos a trabajar en su defensa”, subraya Antonio Crespo. Además, tenían unos grandes conocimientos de la construcción. Los fosos, aparte de ser un elemento defensivo, también evitaban el estancamiento del agua, lo que les prevenía de enfermedades. Estos también se utilizaban para el regadío. El camino de piedra conectaba al cuarto círculo con el quinto, aunque este último nunca se completó. Su puerta debía estar donde hoy se ubica el Colegio Cándido Nogales, que es hacia donde conduce el camino de piedra. Este atravesaba una laguna y eso obligó a los primitivos habitantes de la zona que hoy ocupa la ciudad de Jaén, hace cuatro mil años, a hacer un relleno con piedras para poderla cruzar sin peligro hundirse en el fango.

Vajilla doméstica
En el solar de Marroquíes Bajos se ha encontrado un gran número de piezas de cerámica hechas a mano en la Edad del Bronce. Al parecer, en el poblado aún no se conocía el torno. Todas ellas tienen una exquisita factura, sobre todo los pequeños vasos campaniformes o de tulipa, cuyas paredes son extremadamente finas. La mayor parte de las piezas, salvo los platos, se han hallado boca abajo, porque su base tiene forma cónica, y esa era la manera que aquellos prehistóricos tenían de colocarlos. Algunas piezas de cerámica están decoradas con dibujos o surcos realizados con conchas. Además se han encontrado numerosas puntas de flecha y de lanza de sílex. No se ha hallado en este lugar nada de metal.